Señor, has puesto en mi alma tu amor y me has hecho un hombre nuevo. Por ti y para ti he resucitado. Tanto así, que no se me reconoce. Ahora mis palabras llevan el mensaje del Salvador, Cristo nuestro Señor. Que por tu gracia y misericordia al alba me postro al ruedo de tu manto y canto con mi ser tus alabanzas, me postro a tus pies como un feliz siervo de tu reino. Para ti y por la sangre de Cristo, me has convertido en un sacerdote para tu reino, un guerrero que en castidad y tu Ley, proclama tus exelencias. ¿Como quedarme en silencio frente al mundo, luego de ver, sentir y palpar tu presencia real en la vida de los que han gritado tu nombre? He sentido tu dulce presencia mi Señor. He escuchado tu voz mi Señor, ya en la cara sucia de un niño, ya en el dolor del que no te conoce y grita en su sufrimiento. Nada tengo por digno o valioso más que tu Ley y enseñanzas. Nada. Más existo por ti y para ti Señor de la Bondad y la Justicia. Y como de las cosas del mundo me siento ya lejano por Cristo mi Salvador, tanto como la estrella mas distante en el confín de tu vasta creación, desea mi alma consagrarme en cuerpo y espíritu a propagar tu palabra. Allí donde existe el abandono, la muerte, y la falta de misericordia para el débil y el menesteroso. Mi deseo es dejar atrás mi trabajo mundano, mi casa, mi familia, mis comodidades, mi almohada, mi silla y mi tierra. Partir Señor revestido de ti y de nuestro Señor Jesucristo, para entregarme plenamente a enseñar, inculcar, difundir y propagar tu reino. Por que así me has dicho:
Ezequiel 2: 1;8
1 Me dijo: «Hijo de hombre, ponte sobre tus pies y hablaré contigo».
2 Después de hablarme, entró el espíritu en mí y me afirmó sobre mis pies, y oí al que me hablaba.
3 Me dijo: «Hijo de hombre, yo te envío a los hijos de Israel, a una nación de rebeldes que se rebelaron contra mí; ellos y sus padres se han rebelado contra mí hasta este mismo día.
4 Yo, pues, te envío a hijos de duro rostro y de empedernido corazón, y les dirás: "Así ha dicho Jehová el Señor".
5 Acaso ellos escuchen; pero si no escuchan, porque son una casa rebelde, siempre sabrán que hubo un profeta entre ellos.
6 Pero tú, hijo de hombre, no los temas ni tengas miedo de sus palabras. Aunque te hallas entre zarzas y espinos, y habitas con escorpiones, no tengas miedo de sus palabras, ni temas delante de ellos, porque son una casa rebelde.
7 Les hablarás, pues, mis palabras, ya sea que escuchen o que dejen de escuchar, porque son muy rebeldes.
8 Pero tú, hijo de hombre, escucha lo que te digo; no seas rebelde, como la casa rebelde; abre tu boca, y come lo que te doy».
Estas palabras me has dicho Padre. Respuesta clara a mi oración de que hacer con este gozo permanente en su ley y enseñanzas, en este amor y perdón que me brotan por gracia de tu misericordia. Por que por el Salvador, Cristo inmaculado, estas cosas puedo trasmitiros. Por tanto me gozo en su dulce presencia en mi vida diaria.
He de partir, algún día, tan pronto o lejano como mi Padre que esta en los cielos determine, o si su voluntad sea, que solo ponga yo los dones que de él me vienen, para utilizarnos en este lugar para difundir sus enseñanzas. Así será. Sea cual fuere, bendito es el Señor que su voluntad es la que se hace, no la del hombre. Por que por su gracia caminamos, más por su misericordia nos mantenemos. Con todo ello. Nada tenemos mas que sus dadivas en su infinito AMOR.
Te bendigo con mi cuerpo y con todo lo que soy, Padre de la Esperanza. Llenas de dicha y gozo mi alma al sentir tu presencia. Misericordia y gracia haces llover sobre mi espíritu, y comprendo mi esencia al fin Señor. Yo he de glorificarte en Cristo el Cordero Santo y he de cantar tus maravillas y Glorias por toda la eternidad. Para el Honor de tu hijo santo y tu majestad. Sea testigo el mundo de lo que canta mi boca. Por que de lo que mucho abunda en el corazón, esta habla. Yo te adorare y cantare de tu amor, por Siempre mi Señor. Más no soy yo el que dice o escribe, si no tu Espíritu que en tu misericordia, habita en mí. El Señor extiende sus manos hacia ti. Brinca hacia ellas como un venado alegre dando saltitos en el bosque, hacia pastos que jamás has visto en tierra conocida. El Señor esta aquí, el Señor en su Gloria. Por eso, de tu AMOR cantare y proclamare a las naciones, por siempre Señor.
Hazme un caminante despojado de si, pero vestido de tu santidad por tu gracia Señor. Hazme pescador de hombres Señor, para la gloria de tu hijo y tuya, Padre Mío. Que aquí esta tu siervo presto a hacer tu voluntad Señor, no la mía. Que es mi orgullo, humillarme delante de ti y llenarme de tu gracia. Solo para la gloria de tu magnificencia. Por que Tú eres el TODO Señor. Tu eres la dicha de mi corazón, por el sacrificio de Cristo nuestro Señor.
Así sea para la gloria de El Altísimo.
Amén.
Ezequiel 2: 1;8
1 Me dijo: «Hijo de hombre, ponte sobre tus pies y hablaré contigo».
2 Después de hablarme, entró el espíritu en mí y me afirmó sobre mis pies, y oí al que me hablaba.
3 Me dijo: «Hijo de hombre, yo te envío a los hijos de Israel, a una nación de rebeldes que se rebelaron contra mí; ellos y sus padres se han rebelado contra mí hasta este mismo día.
4 Yo, pues, te envío a hijos de duro rostro y de empedernido corazón, y les dirás: "Así ha dicho Jehová el Señor".
5 Acaso ellos escuchen; pero si no escuchan, porque son una casa rebelde, siempre sabrán que hubo un profeta entre ellos.
6 Pero tú, hijo de hombre, no los temas ni tengas miedo de sus palabras. Aunque te hallas entre zarzas y espinos, y habitas con escorpiones, no tengas miedo de sus palabras, ni temas delante de ellos, porque son una casa rebelde.
7 Les hablarás, pues, mis palabras, ya sea que escuchen o que dejen de escuchar, porque son muy rebeldes.
8 Pero tú, hijo de hombre, escucha lo que te digo; no seas rebelde, como la casa rebelde; abre tu boca, y come lo que te doy».
Estas palabras me has dicho Padre. Respuesta clara a mi oración de que hacer con este gozo permanente en su ley y enseñanzas, en este amor y perdón que me brotan por gracia de tu misericordia. Por que por el Salvador, Cristo inmaculado, estas cosas puedo trasmitiros. Por tanto me gozo en su dulce presencia en mi vida diaria.
He de partir, algún día, tan pronto o lejano como mi Padre que esta en los cielos determine, o si su voluntad sea, que solo ponga yo los dones que de él me vienen, para utilizarnos en este lugar para difundir sus enseñanzas. Así será. Sea cual fuere, bendito es el Señor que su voluntad es la que se hace, no la del hombre. Por que por su gracia caminamos, más por su misericordia nos mantenemos. Con todo ello. Nada tenemos mas que sus dadivas en su infinito AMOR.
Te bendigo con mi cuerpo y con todo lo que soy, Padre de la Esperanza. Llenas de dicha y gozo mi alma al sentir tu presencia. Misericordia y gracia haces llover sobre mi espíritu, y comprendo mi esencia al fin Señor. Yo he de glorificarte en Cristo el Cordero Santo y he de cantar tus maravillas y Glorias por toda la eternidad. Para el Honor de tu hijo santo y tu majestad. Sea testigo el mundo de lo que canta mi boca. Por que de lo que mucho abunda en el corazón, esta habla. Yo te adorare y cantare de tu amor, por Siempre mi Señor. Más no soy yo el que dice o escribe, si no tu Espíritu que en tu misericordia, habita en mí. El Señor extiende sus manos hacia ti. Brinca hacia ellas como un venado alegre dando saltitos en el bosque, hacia pastos que jamás has visto en tierra conocida. El Señor esta aquí, el Señor en su Gloria. Por eso, de tu AMOR cantare y proclamare a las naciones, por siempre Señor.
Hazme un caminante despojado de si, pero vestido de tu santidad por tu gracia Señor. Hazme pescador de hombres Señor, para la gloria de tu hijo y tuya, Padre Mío. Que aquí esta tu siervo presto a hacer tu voluntad Señor, no la mía. Que es mi orgullo, humillarme delante de ti y llenarme de tu gracia. Solo para la gloria de tu magnificencia. Por que Tú eres el TODO Señor. Tu eres la dicha de mi corazón, por el sacrificio de Cristo nuestro Señor.
Así sea para la gloria de El Altísimo.
Amén.
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