TU PUEDES AYUDAR A BARBARA PICHINAO

TU PUEDES AYUDAR A BARBARA PICHINAO
SOLO PREGUNTAME COMO

DI NO A LA PORNOGRAFIA,ABUSO Y MAL TRATO INFANTIL

TU PUEDES HACER LA DIFERENCIA

TU PUEDES HACER LA DIFERENCIA
EL CAMBIO PARTE POR TI

CRISTO VIVE EN CADA POBRE

CRISTO VIVE EN CADA POBRE

Busca, busca.....


4/28/2006

MIRAME SEÑOR !!!!!!!!!!!


Señor, mi Señor. Mi dulce Padre. Mi Padre verdadero, mi Padre bendito. Gracias, gracias Señor. Gracias mi señor Jesus.
Padre amado, es tanta la maravilla que has hecho con tu siervo, tanto el amor que me has prodigado, tanto la dulzura de tus gestos, tanta la ternura con que me envuelves. Tan sabia tu mirada cundo derramo mis lagrimas, a veces de tristeza por que no logro ser como tu mereces Padre amado. A veces de gozo por tener inundado mi pecho y mi ser con este sentimiento de felicidad que va mas alla de lo que nunca senti ni me hizo sentir cosa terrestre alguna. Y que solo tu has puesto en mi corazon, por tu misericordia. Por eso Padre de la misericordia, mi Señor Jesus, mi buen y dulce pastor, siento que es tanta la bendicion diaria que me entragas, la proteccion en cada momento de mi vida. Has rebalsado mi mesa, has llenado mi closet, y lo mas esencial, me has prodigado maravillas eternas, mas no vistas por ojo humano ni oido. La vision del Reino Eterno de tu justicia. Me siento anonadado Padre, me tienes arrebatado por tu misericordia Señor Bendito. Tu palabra infinita en la boca del cordero santo, que aun me mira fijo desde la cruz esperando mi respuesta. Y frente a todo ello Padre amado, no soy nada, menos que polvo cosmico en el aliento de los angeles. Lo que puedo hacer es tan miserable, tan minimo, tan poca cosa. Comparado con la envergadura de sentirme cubierto por ti , protejido por tu manto santo. Señor, mi corazon siente congoja, tristeza, por no ser perfecto como tu quieres que yo sea, para tu gloria padre, solo tu gloria padre amado. Son tantos mis errores, tantas mis caidas, tantos mis sentimientos y las cadenas de mi carne. Si yo tan solo pudiera ser una nota mas en la obertura de los santos que cantan tu gloria, llevados a tu coro celestial por su conducta santa, pura, sacra. Si yo pudiera ser un santo para tu gloria mi Señor, si yo pudiera agradarte en todo y cuando tu posaras tu mirada en mi ser, tuvieras complacencia en mis actos, mi sentir, mis mas intimos sentimientos, que es mi anhelo padre, yo daria mi alma por ello padre. Pero soy esto, lo que tu ves Padre. Hombre, ciudadano, sujeto a la carne y la desdicha de sus mandamientos. Que no son los tuyos Padre, no son los tuyos. Soy el que viene de vuelta de sus trincheras, el de manos callosas, caminar cancino y mirada taciturna,. Me cuelgan demaciadas batallas de mis heridas, no se hablar mi Señor, a veces, como tu deseas, y me llevo por delante a los que tengo enfrente. Enseñame a como ser tu hijo perfecto Padre amado, nuestro Señor Jesucristo si nos lo pidio, quiere decir que puedo hacerlo. "Sed perfecto como vuestro Padre lo es", y creo Padre, lo creo, por que su palabra es toda Verdad Pura. Creo poder alcanzar la excelencia que nos pides, pero solo no, no puedo. Solo lo puedo lograr si tu quieres, solo di "Quiero", y yo sere desde el fondo de mi ser, renovado mi Señor, en Jesucristo que vive por la cruz y la resureccion. Para que yo no me glorie de lo que no me pertenece, mas la belleza es tuya, Padre mio, mi Padre de amor. Señor Jesus, ¿no ves mi Dios hermoso como tu siervo se hecha a los pies de tu sombra como un perro herido y gime pidiendo tu ayuda?. ¿No ves mi Dios de la eternidad y el silencio del cosmos como mi mayor martirio es no ser, como debo ser?.Elevo mi mirada, como un siervo de los bosques, que parte la noche con su bramido y su mirada azul, hacia el cielo infinito, tachonado de destellos de la luz de tu creacion, Padre Amado. Y mi pupila me dice que presiente tu esencia en la majestad de tu creacion, palido reflejo de tu real e inmensa majestad, que la supera en mil y cien de las veces. Ven en mi auxilio, Amor de mi alma, Dios de mi ser, Jesus bendito. Toma mi mano Padre, te lo ruego, ven por mi y ayudame a disolverme en la sangre de Cristo, mas muerto yo, pero vivo en tu hijo excelso. Disuelveme como la barra de grasa bajo el sol de tus desiertos, como se diluye la tierra bajo tu lluvia, disuelveme en la negacion de mi yo, que me es traicionero y rapaz, y hazme florecer en los girasoles que brotan del campo cuando son florecidos por la palabra de vida eterna y promesa de justicia, cuando hablo con palabras de fuego y roca petrea por el dulce sonido de la voz de tu hijo perfecto. Nuestro Señor Jesucristo. Acompañame Señor, acompañame y enseñame a vivir en tu santidad, ayudame y sostenme, Padre Mio, a vivir para ti Señor, solo para ti. Llevame por tus caminos benditos hacia mi dulce morada, tu atrio santo Verdad de los Cielos. Ven por mi Padre, ven por mi Padre, segun sea tu voluntad y misericordia, Señor de mi Vida.
Amen


TUS COMENTARIOS A LEXUSNEXUS@HOTMAIL.COM

¿SOBRE QUE BASAS TU VIDA?



"Respondiendo Simón Pedro, dijo: Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente." (Mateo 16:16)

"...Y sobre esta roca edificaré mi iglesia" (Mateo 16:18)

El pasaje bíblico (Mateo 16:13-19), nos relata que el Señor Jesús fue con sus discípulos a la región de Cesarea de Filipo, donde les reveló uno de sus más grandiosos planes: "edificaré mi iglesia". Pero también les anunció el costo del proyecto: "Desde entonces comenzó Jesús a declarar a sus discípulos que le era necesario ir a Jerusalén y padecer mucho de los ancianos, de los principales sacerdotes y de los escribas; y ser muerto y resucitar al tercer día" (Mateo 16: 21)

La región de Cesarea de Filipo se sitúa al extremo sur del monte Hermón, donde nace la fuente principal del río Jordán, y no fue casual que el Señor eligiera ese lugar para manifestar a los suyos su maravilloso propósito.

En las Escrituras se encuentran numerosas citas al respecto:

El Salmo 42, que anticipa proféticamente el sufrimiento del Señor Jesús en el camino de nuestra redención, expresa en el vs.6: "Dios mío, mi alma está abatida en mí; me acordaré, por tanto, de ti desde la tierra del Jordán, y de los hermonitas, desde el monte de Mizar."

Notemos que aquí se hace referencia a la tierra del Jordán y de los hermonitas, y asimismo al monte Mizar, (uno de los picos del monte Hermón). En medio de las angustias a las que sería sometido el Señor, encontraría consuelo al acordarse del Padre desde aquella tierra. ¿Por qué razón? Porque allí haría el maravilloso anuncio: edificaré mi iglesia.

Sus sufrimientos cobran sentido: "...por el gozo puesto delante de Él sufrió la cruz, menospreciando el oprobio, y se sentó a la diestra del trono de Dios". (Heb.12:2)

En Cantares 4:8 el futuro esposo, enamorado, expresa: "Ven conmigo desde el Líbano, oh esposa mía, ...desde la cumbre de Senir y de Hermón” y en el Salmo 133:3 encontramos que la delicia de habitar los hermanos juntos en armonía, es "...como el rocío de Hermón, que desciende sobre los montes de Sión; porque allí envía Jehová bendición, y vida eterna". Notemos que estas referencias aluden precisamente a la misma región, aledaña a Cesarea de Filipo. Y es justamente allí donde el Señor revela lo que ningún hombre hasta entonces conocía: su extraordinario designio de edificar su iglesia.

Amor, delicia, bendición y vida eterna, serían las características que destacarían la perfección de Su obra.

Unos pocos días después, Pedro, Jacobo y Juan son llevados a lo alto del monte, y contemplan al Señor transfigurado, con su rostro resplandeciente como el sol, y sus vestidos blancos como la luz. También se les aparecen Moisés y Elías. "Bueno es para nosotros que estemos aquí" -le dice Pedro al Señor- "si quieres, hagamos aquí tres enramadas, una para ti, otra para Moisés, y otra para Elías." (Mateo 17:4). En el relato paralelo de Lucas 9: 33, se añade un detalle más sobre la iniciativa de Pedro: "...No sabiendo lo que decía".

Cuando el Señor declaró: "Edificaré mi iglesia", no pensaba en enramadas donde fuera a convivir Él mismo (la gracia) con Moisés (la ley) y Elías (los profetas), todos juntos. De manera que los discípulos tenían que aprender otra lección: "La ley y los profetas eran hasta Juan" (Lucas 16:16). Los discípulos oyen desde el cielo mismo la confirmación del Padre: "'Este es mi hijo amado, en quien tengo complacencia, a Él oíd'. Entonces los discípulos se postraron sobre sus rostros, y cuando levantaron sus ojos” "a nadie vieron sino a Jesús solo" (Mateo 17:5-8).

Pero volvamos a la escena de Mateo 16:13-17: El Señor les pregunta a sus discípulos: "¿Quién dicen los hombres que es el Hijo del Hombre?" -Ellos contestan: "Unos, Juan el bautista; otros, Elías; y otros, Jeremías, o alguno de los profetas" Entonces el Señor les hace una pregunta más: "Y vosotros, ¿Quién decís que soy yo?" Pedro responde: "Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente". Es una sabia respuesta, porque es de procedencia divina: "Bienaventurado eres Simón, hijo de Jonás, porque no te lo reveló carne ni sangre, sino mi Padre que está en los cielos".

Los discípulos aprenden la lección: Las respuestas correctas proceden de Dios, no de los hombres. Y llega el momento en que el Señor sorprende a los discípulos con su anuncio: "Y yo también te digo, que tú eres Pedro, y sobre esta roca edificaré mi iglesia" (Mateo 18: 18).

El Señor hace alusión al nombre de Pedro (Petrus=piedra) con fines de ilustración. Evoca la palabra piedra como introducción de la enseñanza que se apresta a transmitir. A partir del vocablo piedra, los discípulos son llevados a la consideración de una piedra (o roca) que constituiría el fundamento de la iglesia: "Sobre esta roca edificaré mi iglesia". Aquí el Señor no se refería a Pedro; la roca está vinculada con lo que Pedro acababa de confesar: "Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente".

Cristo mismo es la roca inconmovible, el fundamento firme de su iglesia. Y sobre esta Roca el Señor la edifica, con piedras vivas, "como casa espiritual" (1ª Pedro 2:5), "que va creciendo para ser un templo santo en el Señor" (Efesios 2:21).

Sigamos considerando lo que el Señor declaró: "Y las puertas del Hades no prevalecerán contra ella". Alguien que ha recibido el Evangelio y ha creído en el Señor Jesucristo, no sólo fue hecho un hijo de Dios, sino que ha sido agregado por el Señor a su iglesia como piedra viva. La muerte ya no puede ejercer dominio sobre el creyente, y las puertas del Hades no pueden abrirse para recibirlo. El Señor Jesucristo "quitó la muerte y sacó a luz la vida y la inmortalidad por el Evangelio" (2ª Timoteo 1:10).

Luego de la alentadora enunciación, el Señor continúa diciéndole a Pedro: "Y a ti te daré las llaves del reino de los cielos; y todo lo que atares en la tierra será atado en los cielos; y todo lo que desatares en la tierra será desatado en los cielos" (Mateo 16: 19). Los hombres han hecho muchas especulaciones en el intento de interpretar esta expresión. Sin embargo, al examinar la historia de la iglesia a través de las Escrituras, comprendemos su verdadero sentido.

"Las llaves" que el Señor daría a Pedro guardan relación con el hecho de que él sería el primero en predicar el Evangelio a los judíos (como individuos y no como nación), bajo la vigencia del Nuevo Pacto en la sangre del Señor. Pedro usó la llave, y Dios abrió la puerta de la fe a los judíos. (Compárese con Hechos 14:27). "Y se añadieron aquel día a la iglesia como tres mil personas" (Hechos 2: 41).

Y, del mismo modo, Pedro sería también el primero en predicar el Evangelio a los gentiles. Ello tuvo lugar en la casa de Cornelio, y todos los que oyeron el discurso de Pedro creyeron y fueron salvos, de manera que los judíos que acompañaban a Pedro, "se quedaron atónitos de que también sobre los gentiles se derramase el don del Espíritu Santo", (Hechos 9:45). Y "oyeron los apóstoles y los hermanos que estaban en Judea, que los gentiles habían recibido la Palabra de Dios" (Hechos 11:1).

Así Pedro usó las llaves que le dio el Señor, y la puerta para la predicación del Evangelio quedó abierta, hasta que el Señor la vuelva a cerrar cuando termine el presente período de gracia. Mientras tanto, "...he puesto delante de ti una puerta abierta, la cual nadie puede cerrar; porque aunque tienes poca fuerza, has guardado mi Palabra, y no has negado mi Nombre” (Apoc. 3:8).

Pero aún queda por considerar otro aspecto de la promesa del Señor: "...Y todo lo que atares en la tierra será atado en el cielo, y todo lo que desatares en la tierra será desatado en el cielo". (vs. 19).

A primera vista, parece que el Señor le concede a Pedro una facultad extraordinaria. Sin embargo, descubrimos más adelante que no sería exclusivamente para Pedro, ya que en Mateo 18:18 tenemos una expresión coincidente sobre la cuestión de atar y desatar, que incluye a todos los demás. Es decir, que todos los creyentes tendrían la misma facultad. Pero, ¿A qué se refiere eso? Sólo debemos escudriñar -y no especular- para encontrar la respuesta en el mismo pasaje.

El Señor comienza diciendo: "De cierto os digo que todo lo que atéis en la tierra, será atado en el cielo; y todo lo que desatéis en la tierra, será desatado en el cielo". Y a continuación el Señor reafirma la misma enseñanza diciendo: "Otra vez os digo que si dos de vosotros se pusieren de acuerdo en la tierra acerca de cualquiera cosa que pidieren, les será hecho por mi Padre que está en los cielos. Porque donde están dos o tres congregados en mi Nombre, allí estoy yo en medio de ellos".

Entonces, no es difícil comprender. Es la misma enseñanza, reiterada dos veces: "De cierto, de cierto os digo" y "Otra vez os digo" Se trata de lo mismo, de la concesión más extraordinaria: de la facultad y privilegio de orar, con garantía de eficacia. Ustedes se congregan en mi Nombre, y Yo estoy en medio. Mi Padre está en los cielos, y el pedido hecho aquí, llegará en mi Nombre allí. Y lo que piden les será hecho por mi Padre.

Y el Señor cumplió su promesa, su anuncio se hizo realidad, porque: "Cristo amó a la iglesia, y se entregó a sí mismo por ella, para santificarla, habiéndola purificado en el lavamiento del agua por la Palabra, a fin de presentársela a sí mismo, una iglesia gloriosa, que no tuviese mancha ni arruga ni cosa semejante, sino que fuese santa y sin mancha" (Efesios 5:25-27)

Esa es la iglesia de la que somos miembros. "Así que, recibiendo nosotros un reino inconmovible, tengamos gratitud, y mediante ella sirvamos a Dios agradándole con temor y reverencia", (Heb.12:28). "Porque de Él, y por Él, y para Él, son todas las cosas. A Él sea la gloria por los siglos. Amén", (Romanos 11:36).

Tomado de "Siguiendo sus Pisadas"

TUS COMENTARIOS A LEXUSNEXUS@HOTMAIL.COM

4/26/2006

PRUEBA QUE DIOS EXISTE


Hoy sostenia una conversacion en medio de un almuerzo de trabajo con una persona no creyente, la cual en un momento me dijo :¿Crees en Dios, y si es si, tienes alguna prueba de su existencia ?. Le conteste obviamente que si creia, y de inmediato me ataco diciendome :"Pruebalo".
¿Que harias tu en ese momento ?
¿Que prueba sacarias de tu maletin ?.
¿Una ecuacion? ¿Una fotografia ?.
¿Una entrevista a Dios hecha por algun programa de farandula o en un "matinal" de TV ?. Creo que no.
Y aqui muchos cristianos, habiendose reconocidos siervos de Jesucristo, habiendole declarado en publico como su salvador personal, quienes pueden sentir el gozo maravilloso de alabarle y sentir al Espiritu Santo cada dia domingo de culto, desgraciadamente se ven inseguros, poco firmes y claros, titubeantes. ¿Que podriamos decir entonces si somos requeridos a demostrar que Dios existe ?. Me surgio la respuesta innata. Recorde en un par de segundos la historia aquella del ciego que curo Jesucristo y que fue curado un dia sabado. Entonces los del Sanedrin muy enfurecidos ordenaron traer al ciego y a sus padres. Interrogaron ferreamente a los padres del ciego preguntando si era verdad que el joven habia sido ciego desde niño, y sus padres respondieron afirmativamente. Y volviendo a preguntarles si era cierto que ahora el veia, estos sintieron temor, por las consecuencias que podria tener su respuesta. Tal vez el mismo que muchos cristianos sienten cuando se les pregunta y se les demanda a probar que Dios existe. Y ellos solo atinaron a endosarle el tenso momento a su propio hijo, respondiendo ante el Sanedrin, "Preguntele mejor a el, que ya mayor es y puede responder solo." E interrogado este muchacho, contesto que si, que habia sido ciego desde nacimiento. Entonces volvieron a inquirirlo preguntandole si el crei que efectivamente Jesus, era el hijo de Dios. Y este ex-ciego, les dijo. "Yo no se mucho de estas cosas, pero lo unico que se, es que antes yo era ciego...y ahora veo." La simpleza de la respuesta y los hechos ya consumados, o ante el abundamiento de pruebas, ordenaron dejarles libres. Y habiendo recordado esta tremenda e ilustrativa historia, le conteste a mi inquisidora. "La prueba y testimonio de que Dios efectivamente existe, soy yo. Por que antes yo vivia sin este gozo, sin esta esperanza, sin esta felicidad que me recorre el alma, cada vez que oigo su palabra o sus alabanzas.Se que Dios existe por que antes me sentia muerto en vida, y ahora camino vivo en su palabra."
La mejor prueba de que Dios existe hermanos es UD. mismo.
Ud. que puede dar su testimonio concreto, vivo, palpitante. Usted esta viviendo una realidad bajo un prisma diferente viviendo su nueva vida. A UD. lo cambio la sangre de nuestro señor Jesucristo y la misericordia de Dios. Esa es la prueba. La prueba de que hemos sido justificados por la sangre del cordero, para UD. sea testimonio de la luz que habita en cada ser que ha aceptado a Jesucristo en su vida.
Su actuar diferente, su mirada diferente, su decir diferente, su calma y su tranquilidad le vienen del hecho de lo que ahora mora en su ser, en su espiritu es nuestro Señor Jesucristo. No otra cosa. Ud. es el testimonio vivo de la razon por la cual , siendo hijo del altisimo, dejo Jesucristo que le clavaran en su carnes clavos, lo clavaran en una cruz y pusieran espinas en su cabeza. Ud. es la razon por la cual el se entrego a los hombres. Para que a UD. cuando le preguntaran "Demuestralo", no farfullara timidamente una respuesta boba, si no con desicion, con valentia, con virilidad, con orgullo en el Señor y su misericordia. Para que Ud. dijera con la misma paz que el Señor le ha entregado. "SI , lo puedo probar. Mirame a los ojos, estas mirando la prueba viviente de que el VIVE, y tan vivo como vivo estoy yo. Ahora el vive en mi."
NO traiciones a Jesucristo, no le niegues en publico o privado, ni aun con tu propio sentir. Declarale vivo en ti y en todo el accionar de tu vida.


Cito : Lucas 22,70-71 :"0 Dijeron todos : Luego, ¿eres tú el Hijo de Dios? Y él les dijo: Vosotros decís que lo soy.71 Entonces ellos dijeron:¿Qué más testimonio necesitamos?, porque nosotros mismos lo hemos oído de su boca.

Juan 5,36-39 "36 Pero yo tengo un testimonio mayor que el de Juan: las obras que el Padre me dio para que cumpliera, las mismas obras que yo hago, dan testimonio de mí, de que el Padre me ha enviado. 37 También el Padre, que me envió, ha dado testimonio de mí. Nunca habéis oído su voz, ni habéis visto su aspecto, 38 ni tenéis su palabra morando en vosotros, porque no creéis a quien él envió. 39 Escudriñad las Escrituras, porque a vosotros os parece que en ellas tenéis la vida eterna, y ellas son las que dan testimonio de mí;"

Juan 15,26 : "26 Pero cuando venga el Consolador, a quien yo os enviaré del Padre, el Espíritu de verdad, el cual procede del Padre, él dará testimonio acerca de mí.". Refiriendose aqui el Señor Jesucristo como al consolador, al Espiritu Santo.

Romanos 8, 14-17 "Todos los que son guiados por el Espíritu de Dios, son hijos de Dios,15 pues no habéis recibido el espíritu de esclavitud para estar otra vez en temor, sino que habéis recibido el Espíritu de adopción,por el cual clamamos: «¡Abba, Padre!»16 El Espíritu mismo da testimonio a nuestro espíritu, de que somos hijos de Dios.17 Y si hijos, también herederos; herederos de Dios y coherederos con Cristo, si es que padecemos juntamente con él, para que juntamente con él seamos glorificados."

PARA LA GLORIA DE NUESTRO SEÑOR DIOS PADRE ,BENDITO E INFINITO EN BELLEZA. SU HIJO PERFECTO Y SANTO, JESUCRISTO QUIEN ES EXCELSO EN BONDAD, Y AL INMACULADO EN SANTIDAD QUE ES EL ESPIRITU SANTO. TODO HONOR Y TODA GLORIA, AMEN.

TUS COMENTARIOS A LEXUSNEXUS@HOTMAIL.COM

¿ UNA OLLA DE GREDA...LLENA DE ORO ?


El título de este escrito está tomado de la segunda epístola a los Corintios, donde Pablo nos enseña acerca de la vida de Cristo en nosotros como algo glorioso, pero al mismo tiempo señala la paradójica realidad de nuestras limitaciones humanas. La ilustración nos recuerda el tiempo en que la gente guardaba sus monedas de oro en un puchero de barro cocido, más o menos grande y después sellaban la boca con más barro. El tesoro quedaba encerrado en el barro y solo rompiéndolo se podía ver y disfrutar de su contenido. Veamos el pasaje:

“Porque Dios, que mandó que de las tinieblas resplandeciese la luz, es el que resplandeció en nuestros corazones, para iluminación del conocimiento de la gloria de Dios en la faz de Jesucristo. Pero tenemos este tesoro en vasos de barro, para que la excelencia del poder sea de Dios, y no de nosotros” 2ª Corintios 4:6-7

Cuando nos predicaron el evangelio hablándonos de Jesucristo como el Salvador del mundo, y su amor nos enterneció, y arrepentidos abrimos nuestro corazón para que Él entrara, Dios hizo de nosotros una nueva creación. Igual que “al Principio Él mandó que de las tinieblas resplandeciese la luz” así su presencia en nosotros es nada menos que “el resplandor de la gloria de Dios en la faz de Jesucristo” que alumbra las tinieblas de nuestros corazones. Este resplandor ilumina el conocimiento de la realidad de la potencia de Cristo viviendo en nuestras vidas. ¡Cristo vive en mí! Esto es una realidad desde ese momento que nadie puede quitar ni cambiar, ¡Él es el tesoro! y nosotros somos los recipientes, el vaso de barro.

Este es un contraste y fuerte con el que hemos de saber convivir y tratar, aunque no es fácil ¿Cuál es el valor del barro? Si encontráramos un puchero con un tesoro dentro ¿Qué valor daríamos al recipiente? ¿No lo haríamos pedazos para recoger el oro? En nosotros vemos el valor del tesoro que llevamos dentro y el poco valor del recipiente que lo contiene. Hasta el punto que muchas veces quedamos desorientados y dudamos si de verdad tenemos tal tesoro dentro de nosotros obsesionados por el poco valor del barro que somos.

El barro es figura de Adán y sus descendientes, nos dice la Palabra que “Dios hizo al hombre del polvo de la tierra” Génesis 2:7. Así que la Gloria del Cielo está envuelta en nosotros por la naturaleza humana con todas sus limitaciones y complicaciones, con sus debilidades y miserias.

Aunque ya hemos oído que Dios ha tratado con nuestra vieja naturaleza (el barro) en la cruz, de tal manera que cuando Cristo murió, nosotros morimos con El, para librarnos del dominio del pecado; lo cual describe el apóstol ordenadamente en los capítulos 5 al 8 de Romanos. En este pasaje que estamos considerando, Pablo trata otros aspectos del barro que no tienen que ver con el pecado en sí, sino con nuestra limitaciones humanas, que se hacen patentes cuando enfrentamos situaciones que nos desbordan como son las tribulaciones, amarguras, sinsabores, los apuros, las persecuciones, los agotamientos, las enfermedades, etc. Leamos los versículos 8 y 9:

“Que estamos atribulados en todo, mas no angustiados; en apuros, mas no desesperados; perseguidos, mas no desamparados; Derribados, pero no destruidos;” 2ª Corintios 4:8-9

¿Quién no pasa por estas cosas? ¿Quién no las experimenta? ¡Cuánto presumimos cuando somos jóvenes! Nos parece que podemos comernos el mundo, pero la vida nos va enseñando que no somos tan fuertes como creemos, y así nos pasa en la vida cristiana, inevitablemente llegan los momentos de debilidad, nos damos cuenta que nuestras fuerzas son insuficientes, que no llegamos a las metas que nos proponemos, nos desbordan los retos que la vida nos plantea. Estamos experimentando la incapacidad del barro que somos, ¿Qué hacemos entonces? ¿Nos desanimamos? ¿Nos damos por vencidos? ¿Nos rendimos? ¿Tiramos la toalla? ¿Pensamos que no hay más? ¿Escondemos la cabeza? En los versículos de arriba el apóstol también experimenta estas facetas del barro, pero habla también de recursos que le sostienen. ¡Sí! Atribulados en todo, mas no angustiados. ¡Sí! No le faltaban los apuros, pero tampoco faltaba la esperanza. Perseguidos, pero no sin amparo. Derribados, caídos, pero no aniquilados ni destruidos.

No cabe duda que nos está hablando de recursos celestiales, de la manifestación del tesoro que contiene el barro y ¡Es que esa es la enseñanza que quiere comunicarnos! Tenemos dentro de nosotros la vida de Cristo mismo, no solo para darnos victoria sobre el pecado, sino también para darnos poder en nuestra debilidad. ¿Pero cómo? De la misma manera que nos consideramos muertos con Cristo en la cuestión del pecado, así nos consideramos muertos con Él en el aspecto de la debilidad humana, las limitaciones de cada día y sus achaques. Leamos cómo lo expresa:

“llevando en el cuerpo siempre por todas partes la muerte de Jesús, para que también la vida de Jesús se manifieste en nuestros cuerpos. Porque nosotros que vivimos, siempre estamos entregados a muerte por causa de Jesús, para que también la vida de Jesús se manifieste en nuestra carne mortal. De manera que la muerte actúa en nosotros, y en vosotros la vida.” 2ª Corintios 4:10-12


EL TESORO MANIFESTADO

¡La vida de Jesús manifestada en nuestros cuerpos! ¡En estos vasos de barro! Pero para que eso sea posible es necesario que el barro se rompa, ¿Y cómo se rompe? Con nuestra muerte con Cristo. Pablo dice que para que la vida de Jesús se manifieste en su cuerpo, lleva en ese mismo cuerpo la muerte de Jesús. No hay vida sin muerte, Dios nos dice en su palabra que cuando Cristo murió, nosotros morimos con Él, y que cuando Él resucitó, nosotros también resucitamos juntamente con Cristo.

“Llevando en el cuerpo” Pablo conocía muy bien esta doctrina, la expone magistralmente en Romanos: La Santificación es que Cristo sea formado en nuestros corazones, que Cristo sea nuestra vida, y nos enseña también la necesidad de morir para vivir. Pero sus palabras que comienzan este párrafo nos hacen pensar que para él, esto es más que una doctrina, algo más que pensamientos correctos bien colocados en alguna parte de su cabeza, en algún rincón de su memoria. ¡Llevaba la muerte de Cristo en su cuerpo! Había profundizado, había crecido tanto en su identificación con el Cristo crucificado, hasta el punto que todo su ser, incluido su cuerpo, llevaba impreso la muerte de Jesús, sentía y experimentaba esa muerte desde los pies a la cabeza. De esta manera la vida celestial de Jesús se manifestaba también en su cuerpo.

Hemos hablado del puchero de barro que contiene un tesoro, pero que mientras no se rompe no podemos ver ese tesoro, si sólo lo rompemos un poquito, veremos algo del tesoro, pero poco, en la medida que rompemos más el recipiente, más se ve el contenido; así Pablo quiere llevar esa muerte de Cristo en su cuerpo hasta el punto que sólo se le vea a Él, como algunos hermanos han dicho comentando este pasaje: “A más de nuestra muerte con Cristo, más de Su Vida en nosotros.”

“Llevando en el cuerpo siempre” He marcado la palabra siempre porque quiero hacer notar que no era para el apóstol algo que hacía en momentos puntuales, en reuniones especiales cuando hay “que parecer espiritual” y dar buena impresión a los que nos van a ver y a oír. Tampoco cuando las cosas le iban bien y Dios había respondido a oraciones que había hecho. O cuando las cosas le iban mal y no tenía otra salida. Independientemente de la situación que viviera, su prioridad era vivir unido a Cristo en su muerte y llevar esa muerte siempre con él para que la vida de Cristo también estuviera con él siempre.

“Llevando en el cuerpo siempre por todas partes” Tampoco limitaba esta realidad a lugares concretos o especiales, como el local de reuniones o comidas con hermanos, o campamentos o retiros espirituales. Fuera por donde fuera y estuviera donde estuviera, lo más importante era llevar en el cuerpo esa muerte, para que también la vida de Jesús se manifestara en él y a través de él. ¡Qué fantástico! Cristo mismo en nosotros ¿Alguna vez hemos soñado algo semejante? Decimos a la gente cuando les damos testimonio: “Tengo un tesoro dentro de mí” Pero ¿Por qué no dejamos que le vean?. Mientras el puchero no se rompe, sólo ven el barro.

ENTREGADOS A MUERTE

“Porque nosotros que vivimos, siempre estamos entregados a muerte por causa de Jesús, para que también la vida de Jesús se manifieste en nuestra carne mortal. De manera que la muerte actúa en nosotros, y en vosotros la vida”. 2ª Corintios 4:10-12

En los versículos anteriores el apóstol abunda más en el mismo pensamiento pero usa una palabra en la que nos vamos a fijar, esta es: “entregados”. En círculos cristianos se usa bastante al hablar de una persona “entregada” al Señor, de un creyente también entregado a la obra, o a la iglesia. Nos llaman la atención estas personas por su trabajo y esfuerzo, y quisiéramos ver a muchos como ellos en las congregaciones. Pero aquí nos habla de entrega a la muerte, a esa unión con Cristo en su muerte, para que la vida celestial del Hijo de Dios se manifieste en nuestra carne mortal. Pienso que es la meta más alta a la que puede apuntar cualquier creyente. Es también la más difícil, la más escondida. Poco se conoce y se habla de ello. Pero ¡ahí está! ¿Se puede comparar mi vida con la de Cristo? ¿El puchero de barro con el tesoro?

No quiero dejar la impresión que menosprecio lo que tanto valor tiene para Dios, que dio a su Hijo Unigénito para salvarnos. Somos importantes y valiosos para Él, nos salvó a un precio muy alto y nos ha honrado depositando en nosotros la vida de su Hijo. Pero su proyecto es que esa nueva vida se desarrolle, en esto hay esperanza, en nosotros mismos no la hay. Sólo la vida del Hijo de Dios manifestada en nuestra carne mortal proveerá recursos para vivir más allá de nuestras limitaciones e impactará a los que nos vean y convivan con nosotros, y lo hará en lo más profundo de su ser.

¡Qué precioso es el vers. 12! Nos da idea de lo que estamos diciendo:

“De manera que la muerte actúa en nosotros, y en vosotros la vida”.

¡Qué seguros y confiados nos sentiríamos si encontráramos un tesoro como el que ilustra este escrito! Nos sentiríamos apoyados en cualquier necesidad, emprenderíamos compras y viajes más allá de lo habitual y normal, tendríamos acceso a cosas que no habíamos soñado antes, podríamos ayudar a otras personas con esas riquezas; pero volvemos a reconocer que todo esto no sería posible hasta que no rompiéramos el barro que lo encierra.

Es posible que nos parezca penoso eso de “llevar en nuestro cuerpo la muerte de Jesús, siempre y por todas partes” Que sintamos que es duro eso de “estar siempre entregados a muerte por causa de Jesús”, pero no hay otra forma de que la vida de Jesús se manifieste en nuestros cuerpos, en nuestras vidas, y esta Vida nos proporciona recursos para alcanzar imposibles, nos sostiene cuando nuestras fuerzas se han acabado, nos consuela en esos momentos duros y difíciles por los que atravesamos en la vida. No hay otra forma de que “la vida actúe en otros” sino que “en nosotros actúe la muerte”. No existe otra manera de que experimentemos los recursos del tesoro que llevamos dentro ni de que esos recursos sean bendición para otros. ¡Tenemos que consentir en romper el vaso de barro!

UN TESORO QUE NUNCA SE ACABA

Los tres últimos versículos de este capítulo nos hablan de la verdadera riqueza que adquirimos en el ejercicio de estar unidos a Cristo en su muerte y dar libertad a su vida. ¡Esto nunca nos empobrece! Cuanto más nos rompemos y el tesoro enriquece a otros, más nos enriquecemos nosotros también.

“Por tanto, no desmayamos; antes aunque este nuestro hombre exterior se va desgastando, el interior no obstante se renueva de día en día” 2ª Corintios 4:16

Para todos es inevitable que “el hombre exterior” se desgaste, lo notamos cuando vemos a una persona, un hermano después de varios años, pero ¿y el interior? ¿Notamos crecimiento, madurez? ¿Vemos que se ha renovado? ¿Y eso de renovarse de día en día? La vida del Señor es siempre joven y fresca ¡no envejece! Su amor, su ternura, su paciencia, todo es como el primer día. Es esta clase de vida la que disfrutamos a cambio de llevar su muerte en nuestros cuerpos.

“Porque esta leve tribulación momentánea produce en nosotros un cada vez más excelente y eterno peso de gloria;” 2ª Corintios 4:17

Cualquier tribulación por la que tengamos que pasar siempre será “leve y momentánea” en comparación con “el cada vez más excelente y eterno peso de gloria” que experimentaremos al estar “siempre entregados a muerte” ¡El tesoro será más grande cada vez! Cristo más formado en nosotros; Dios nos guiará día a día a lo que Él mismo ha preparado de antemano para nosotros, y Su presencia nos consolará. Sentiremos que estamos en su voluntad y tendremos una paz que nos llena en los momentos más difíciles.

“No mirando nosotros las cosas que se ven, sino las que no se ven; pues las cosas que se ven son temporales, pero las que no se ven son eternas.” 2ª Corintios 4:18

Tenemos mucho de Tomás y nos gusta ver y tocar, pero estas cosas son para la fe, fe en la Palabra de Dios, en lo que Él nos dice ahí, miramos el barro y nos quedamos impresionados, hay barro con buena apariencia, como la cerámica de Talavera ¡y no vemos más allá en muchas ocasiones! Pero ¿y el tesoro? ¿Lo vemos? ¿Vemos su valor? Tenemos que aprender a “mirar lo que no se ve”.

MIRANDO LAS COSAS QUE NO SE VEN

Nos ayuda a esto el pasar tiempo con el Señor a solas, a ser posible cada día. No venimos delante de Él con muchas peticiones, sino a que nos muestre lo que somos y dónde estamos ¡Aunque esto nos asuste a veces! No dudemos en contarle como nos vemos y nos sentimos. Él nos conoce y nos comprende. Que nos haga ver estas cosas invisibles para el barro, pero que se hacen visibles en su compañía para nuestro espíritu. Después de media hora ¡muchas cosas han cambiado! Cuantas pequeñas o grandes tempestades en el mar de nuestra vida han sido calmadas. Ahí, en su presencia, surgen peticiones de otra manera, con otra paz, sin atropellarnos. La vida es complicada y fácilmente nos olvidamos hoy de lo que aprendimos ayer, necesitamos el sosiego que podemos adquirir en su presencia.

Tampoco venimos a esa comunión para comprar algo, su favor o su gracia, porque todo eso lo pagó Cristo en la cruz. Ahí aprendemos que todo viene de Él y que está gustoso de dárnoslo. Nuestra fe sale fortalecida y enriquecida al cultivar esa relación con el Padre. Hace unos años editaron el libro de los Salmos con el título: “Dialogando con Dios”, esto expresa muy bien lo que debe ser ese tiempo de oración al que me refiero. Dios es un Dios vivo y quiere relacionarse con nosotros en un diálogo, no en un monólogo como hacemos muchas veces.

Tampoco tenemos que llenar ese tiempo diciendo cosas, puede haber momentos de silencio en los que esperamos una respuesta, o dirección en la oración, algo en lo que no hemos pensado y que el Señor nos puede indicar. También le hacemos preguntas al Señor que nos muestre algo para orar o hacer, en lo que nosotros no habíamos considerado, algo que quiere decirnos o enseñarnos.

Estamos en la escuela, aún estamos aprendiendo, a orar, a morir para vivir y tantas otras cosas. La vida cristiana es la aventura más fascinante que se puede vivir sobre esta tierra cuando dejamos a Cristo vivir en nosotros, y como decía D. Jorge a sus ochenta años: “¡Lo mejor está por delante!”

Autor: Feliciano Briones

TUS COMENTARIOS A LEXUSNEXUS@HOTMAIL.COM

4/25/2006

MIRA A TU ALREDEDOR


Primera lectura Hech. 4, 32-37:
La multitud de los fieles tenía un solo corazón y una sola alma. Nadie
consideraba como propios sus bienes, sino que todo lo tenían en común. Los
apóstoles daban testimonio de la resurrección del Señor Jesús con gran
poder, y aquél era para todos un tiempo de gracia excepcional.
Entre ellos ninguno sufría necesidad, pues los que poseían campos o casas
los vendían, traían el dinero y lo depositaban a los pies de los apóstoles,
que lo repartían según las necesidades de cada uno. Así lo hizo José, un
levita nacido en Chipre, a quien los apóstoles llamaban Bernabé (que quiere
decir: "El Animador"). Éste vendió un campo de su propiedad, trajo el
dinero de la venta y lo puso a los pies de los apóstoles.



Salmo Sal. 92, 1-5:
Reina el Señor, vestido de grandeza
el Señor se revistió de poder,
lo ciñó a su cintura,
el mundo está ahora firme e inamovible.
Tu trono está erigido desde siempre,
pues tú eres, Señor, desde la eternidad.
Los ríos levantan, Señor,
los ríos levantan su voz,
los ríos levantan su fragor.
Pero más que el fragor de las aguas,
más grandioso que el oleaje de la mar
es el Señor, grandioso en las alturas.
Nada hay más seguro que tus palabras,
tu casa es el lugar de la santidad,
oh Señor, día tras día y para siempre.


Evangelio Jn. 3, 7-15:
No te extrañes de que te haya dicho: Necesitan nacer de nuevo desde arriba.
El viento sopla donde quiere, y tú oyes su silbido, pero no sabes de dónde
viene ni adónde va. Lo mismo le sucede al que ha nacido del Espíritu.»
Nicodemo volvió a preguntarle: «¿Cómo puede ser eso?» Respondió Jesús: «Tú
eres maestro en Israel, y ¿no sabes estas cosas?
En verdad te digo que nosotros hablamos de lo que sabemos, y damos
testimonio de lo que hemos visto, pero ustedes no aceptan nuestro
testimonio. Si ustedes no creen cuando les hablo de cosas de la tierra,
¿cómo van a creer si les hablo de cosas del Cielo? Sin embargo, nadie ha
subido al Cielo sino sólo el que ha bajado del Cielo, el Hijo del Hombre.
Recuerden la serpiente que Moisés hizo levantar en el desierto: así también
tiene que ser levantado el Hijo del Hombre, y entonces todo el que crea en
él tendrá por él vida eterna.

TOMADO DE LA BIBLIA ON LINE.COM.AR

TUS COMENTARIOS A LEXUSNEXUS@HOTMAIL.COM




--------------------------------------------------

4/23/2006

PASTOR O SACIFICIO ??????


Acercándoos a él, piedra viva, desechada ciertamente por los hombres, mas para Dios escogida y preciosa, vosotros también, como piedras vivas, sed edificados como casa espiritual y sacerdocio santo, para ofrecer sacrificios espirituales aceptables a Dios por medio de Jesucristo.” (1 Pedro 2:4-5).

Somos un cuerpo de piedras vivas que tenemos la responsabilidad de ser edificados como casa espiritual y sacerdocio santo, para ofrecer sacrificios espirituales….

Ahora note usted hermano, que los únicos sacrificios aceptables a Dios son sacrificios ¡espirituales! ¡no otros! (aquí se derrumba la doctrina del mucho hacer para la obra de Dios). Y note igualmente que no es usted quien los hace, si no Jesucristo viviendo en Usted en el Espíritu, he aquí un sacerdote espiritual en actividad.

“No que seamos competentes por nosotros mismos para pensar algo como de nosotros mismos, sino que nuestra competencia proviene de Dios, el cual asimismo nos hizo ministros competentes de un nuevo pacto, no de la letra, sino del espíritu” (2 Corintios 3:5-6)

Aquí esta expresado quien nos habilita, quienes somos, para que somos. Nuestra competencia proviene de DIOS. NO de cobertura alguna Somos ministros competentes de un nuevo pacto. Ministros del espíritu, que deben vivir en el espíritu. ¿Lo creemos? ¿lo practicamos?.

Si vivimos una vida de consagración, permitiendo que Él haga Su obra en nosotros, el Señor nos consagrará, es decir, nos comisionará para que ejecutemos su ministerio. Nuestra primera experiencia de vida después de la salvación deber ser la consagración. En el momento que una persona es salva debe consagrarse al Señor.

En una iglesia normal, estas dos experiencias: salvación y consagración, están íntimamente relacionadas y activadas. Por el formato que adquirimos en nuestras experiencias congregacionales, pensamos y creemos que consagrarse al Señor es convertirse en un “activista” evangélico que esta dispuesto a realizar todo y cuanto haya por hacer dentro de una congregación. Nos han hecho creer que, cuanto mas hacemos, más consagrados somos y esta es la más hábil patraña del enemigo de Dios en su propia casa.

Muchos serían los malos ejemplos con nombres y apellidos conocidos con los que desbarataríamos este pésimo y mal concepto adquirido, pero el mejor ejemplo es el pueblo de Dios que anda errante tras todo viento de doctrinas. Si en verdad entendemos que debemos activarnos como sacerdotes no es precisamente practicando viejas costumbres y tradiciones adquiridas, si no volviéndonos a las sendas antiguas.

Entonces, ¿qué es la consagración?, ¿cuál es su significado?, veamos en las Sagradas Escrituras que dice el Apóstol Pablo en el libro escrito a los Romanos12:1: “Así que, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios, que presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo”

El significado de la consagración, entonces, es ser un sacrificio.

Por eso el libro de Levítico en su capítulo uno, comienza con cinco ofrendas básicas y la primera de ellas es el holocausto. Las escrituras nos muestran que cuando alguna cosa es separada de su posición y uso original para ser puesta en el Altar de Dios, específicamente para Él, es un sacrificio.

Holocausto era una ofrenda totalmente para el deleite de Dios al ver su justicia justificada. Analicemos el ejemplo del buey, este vivía en el campo y era usado para arar la tierra y para el transporte tirando carretas, el buey es separado y llevado al altar, aquí se nota el cambio de posición. Luego dicho buey es muerto sobre el altar y consumido por el fuego para ser un olor grato a Dios, aquí esta el cambio de uso. Cuando una ofrenda es ofrecida, ya sea buey o carnero, fina flor de harina o aceite, la ofrenda deja las manos del oferente y nunca más podrá ser usada para su propio beneficio y deleite. Todos los sacrificios del altar pertenecen a Dios y son sacrificio para Él.

Cuando nos presentamos a Dios como un sacrificio vivo, también hay dos aspectos: uno es nuestro cambio de posición y el otro es nuestro cambio de uso. Este es el verdadero significado de consagración.

Cuando alguien dice ser consagrado, debemos preguntarle si él ya cambió de posición y de uso o no. Una vez consagrado no estamos mas en el campo como el buey, es decir ya no estamos más donde decidíamos estar, porque hemos sido transferidos al altar, hemos cambiado de posición. Aunque continuemos ejerciendo todas las actividades normales de un ser humano, tales como: estudiar, trabajar, realizar los quehaceres domésticos, etc., nuestra posición delante de Dios cambió no estamos en donde queremos estar, o donde habitualmente estaríamos, ahora estamos en el altar.

Pero también nuestro uso cambió, estudiamos, trabajamos, realizamos nuestras profesiones en el mundo con todas nuestras habilidades y capacidades, pero una vez delante del altar debemos entregarnos para el uso de Dios. Cuando nos damos cuenta de esto, nuestra primera reacción es trabajar para Dios con todas nuestras fuerzas y habilidades, con mas diligencia que cuando estábamos “arando en el campo” o “tirando carretas” en el mundo.

Sin embargo, necesitamos darnos cuenta que para trabajar para Dios, es necesario, en primer lugar, permitir que Él trabaje en nosotros, que él trate con nosotros, enseñándonos a negar la vida del alma, llevándonos a ser ministros competentes en el espíritu. Solo aquellos que permiten que Dios trabaje en ellos pueden trabajar para Él. En la medida que permitimos que Dios trabaje en nosotros es lo que podremos trabajar para Él. Si no dejamos que Él trabaje en nosotros, nuestra labor no puede agradarle ni ser aceptada por él. No importa cuan diligentes o perseverantes seamos. Por lo tanto, al consagrarnos a Dios para trabajar para él, el énfasis aún debe ser dejar que el Señor trabaje en nosotros.

Los animales que eran ofrecidos para el holocausto, primero tenían que ser degollados, desollados, cortados en piezas, los cuales eran puestos en orden, lavados y finalmente quemados sobre el altar. Esos animales no eran usados para arar la tierra, ni para tirar las carretas, si no para ser consumidos por el fuego.

Nosotros no somos ni degollados, desollados, cortados en piezas, lavados y finalmente quemados, pero hermanos, esto es una figura de lo que el Señor por su Espíritu Santo desea operar en nosotros, porque de una manera invisible en el trato que el Señor tiene, soy degollada, desollada, cortada en pieza y finalmente lavada por la palabra (Efe.5:26) para ser consumida por su fuego. Nuestra labor no puede agradarle ni ser aceptada por Él, no importa cuan dispuestos, diligentes o perseverantes seamos, si no somos tratados por el Espíritu y vivimos en él.

Y si sobre este fundamento alguno edificare oro, plata, piedras preciosas, madera, heno, hojarasca, la obra de cada uno se hará manifiesta; porque el día la declarará, pues por el fuego será revelada, y la obra de cada uno cuál sea, el fuego la probará. Si permaneciere la obra de alguno que sobreedificó, recibirá recompensa.Si la obra de alguno se quemare, él sufrirá pérdida, si bien él mismo será salvo, aunque así como por fuego.

¿No sabéis que sois templo de Dios, y que el Espíritu de Dios mora en vosotros? Si alguno destruyere el templo de Dios, Dios le destruirá a él; porque el templo de Dios, el cual sois vosotros, santo es.” (1 Corintios 3: 12-17).

Por lo tanto, al consagrarnos a Dios para trabajar para él, el énfasis debe ser dejar que el Señor trabaje en nosotros. En el libro de Levítico capitulo 10, se nos provee el ejemplo de Nadab y Abiù, hijos de Aarón, que ofrecieron fuego extraño delante de Jehová y fueron consumidos por Él.

Analizando las realidades congregacionales, extensamente tratadas, denunciadas, discutidas, si las ubicamos en este contexto, no se puede menos que aceptar, que se vive actualmente, en esa realidad por pretender servir a Dios en si mismos. Todos los que no han sido tratados y trabajados por el Señor e intentan servirlo, ofrecen fuego extraño.

Por eso asistimos a las divisiones y discusiones actuales, basta una diferencia, para dividirse, alejarse, erigirse “pastor” y abrir una nueva división, en la que se pretenderá ofrecer “sacrificio” de alabanzas. Esta es la experiencia que tenemos y hemos heredado, uno querrá servir al Señor de una manera y el otro de otra, entonces inmediatamente hay una división. Tener la experiencia de ser degollados, inmolados, cortados en piezas e incluso ser quemados por el fuego, es parte de nuestra consagración.

Primero, si asumimos el rol de sacerdotes, debemos buscar tales experiencias, permitiendo que el Señor trabaje en nosotros, consuma todas nuestras habilidades hasta el punto de poder decir: “Señor, quiero entregarte incluso, mis mejores cosas, como mi capacidad y mi destreza natural, para que sean quemados”, solamente cuando nos entregamos totalmente a Dios sin reservas para ser trabajados y quemados, Él nos resucitará. El resultado de esta consagración es un servicio a Dios en resurrección.

El tercer cambio que provoca la consagración es el cambio de forma. Antes éramos como un buey en el campo, enteros y con una hermosa forma. Algunos de nosotros incluso, hasta han podido ser hermosos animales de competición, imponentes, respetados y apreciados por todos. Sin embargo, una vez consagrados somos consumidos por el fuego, perdiendo nuestra forma y estructura original. Todas nuestras partes han sido transformadas en un puñado de cenizas, todo esta terminado para nosotros, nuestro futuro en el mundo, como nuestro futuro en el “mundo cristiano”.

Convengamos que así como el mundo esta lleno de atractivos, también el “mundo cristiano” tiene su seducción y algunos avizoran un excelente futuro. Algunos hermanos ponen sus expectativas en ser un reconocido predicador, evangelista, o profeta internacional. Si somos iluminados por la Palabra, descubriremos que incluso en nuestra esperanza de tener fruto en la obra del Señor, hay muchos elementos ocultos que solo son para edificar nuestro futuro. Cuando vemos la prosperidad de los demás, sentimos envidia. Cuando vemos las realizaciones o éxitos de los otros, el corazón se inquieta. Esto prueba que tenemos esperanza en nuestro propio futuro.

Una persona consagrada no tiene “su” propio futuro, su esperanza esta en Dios, pues ella es solo un puñado de cenizas, ha sido consumida en el altar y continua encendida consumiéndose. Solo personas así pueden ser usadas por Dios. Su servicio puede ser aceptado por él, pues ellas están en la esfera de la resurrección y no en la esfera natural. Gracias a Dios por el libro de Levítico que nos proporciona la revelación necesaria para comenzar con nuestra consagración.

En el libro de Éxodo capitulo 28 hallamos el primer sacerdote humano levantado por Jehová, Aarón, hermano de Moisés. En este capitulo se hallan todos los requisitos de la vestimenta que debía llevar Aarón y sus hijos, pero lo más llamativo son las tres palabras que debían inscribirse en una lamina de oro fundida la cual debía llevarla colgada con un cordón azul debajo de la mitra en la frente del sacerdote: "Santidad a Jehová".

Esto que el sacerdote portaba y practicaba por cumplimiento de la ley, pregunto: ¿Ha quedado destituido en la vida practica del cristiano neotestamentario?. “Y las tablas eran obra de Dios, y la escritura era escritura de Dios grabada sobre las tablas.” (Éxodo32:16).

“Y si el ministerio de muerte grabado con letras en piedras fue con gloria, tanto que los hijos de Israel no pudieron fijar la vista en el rostro de Moisés a causa de la gloria de su rostro, la cual había de perecer, ¿Cómo no será mas bien con gloria el ministerio del espíritu?” (2 Corintios 3:7-8).

“Lazo es al hombre hacer apresuradamente voto de consagración y después y después de hacerlo reflexionar” (Proverbios 20:25).

¿Será esto último nuestra realidad actual?

Volvámonos al libro de Levítico y veamos en su capitulo 8, versículo 33, que para considerar los sacerdotes consagrados debían cumplir con una serie de requisitos y permanecer por un tiempo de 7 días y noches a la puerta del tabernáculo de reunión para considerarlos purificados. El tiempo de siete días nos habla de un tiempo de depuración, de limpieza, esto es ejemplificante.

En nuestra realidad los hermanos se entregan al Señor, y el camino de la “consagración actual” es incentivarlos a “trabajar en la obra”, mientras más hacen más consagrados son, así son promovidos y “ungidos” por ser voluntariosos. Esta mentira ha proliferado por décadas creando un pueblo cristiano sin mente renovada, sin que el Señor por su Espíritu Santo sea Realidad en sus vidas, siendo “ la voluntad de Dios” solo una frase más del léxico evangélico, viviendo en derrota espiritual y lamentación constante, con ejemplos deplorables de “siervos” que con sus vidas pecaminosas han avergonzado al evangelio.

Si queremos ser consagrados debemos recordar que estamos partidos en el altar y conforme nos entreguemos seremos quemados pieza por pieza que son las áreas de nuestras vidas transformándonos en cenizas hasta ser totalmente destruidos, como una ofrenda irredimible. Entonces seremos apenas un puñado de cenizas a los ojos de los hombres, con todo un olor que satisface plenamente a Dios. El Señor Jesús aquí en la tierra no vivió por sus propios pareceres o intereses, si no totalmente entregado al Padre buscando la voluntad y la gloria del Padre muriendo como un grano de trigo para producir muchos granos.

Nosotros podemos vivir tal vida que cumpla el propósito eterno de Dios. Que el Señor tenga misericordia de nosotros para poder quemarnos día por día en el altar a fin de que él obtenga cada parte de nuestro ser y podamos ser plenamente edificados en Él.

“Porque escrito está: Sed santos, porque yo soy santo. Y si invocáis por Padre a aquel que sin acepción de personas juzga según la obra de cada uno, conducíos en temor todo el tiempo de vuestra peregrinación” (1 Pedro 1:16-18)


TUS COMENTARIOS A LEXUSNEXUS@HOTMAIL.COM


Tomado de:

Iglesia.Net ©

Por la Gloria de Nuestro Señor bendito que es abundante en misericordia

4/22/2006

1 Jn. 5, 1-6: Todo el que cree que Jesús es el Mesías, ha nacido de Dios. Si amamos al que da la vida, amamos también a quienes han nacido de él; y por eso, cuando amamos a Dios y cumplimos sus mandatos, con toda certeza sabemos que amamos a los hijos de Dios. Amar a Dios es guardar sus mandatos, y sus mandatos no son pesados. Todo lo que ha nacido de Dios vence al mundo, y la victoria en que el mundo ha sido vencido es nuestra fe. ¿Quién ha vencido al mundo, sino el que cree que Jesús es el Hijo de Dios? El es el que viene por el agua y la sangre: Jesucristo; y no sólo por el agua, sino por el agua y la sangre; y el espíritu también da su testimonio, el Espíritu que es la verdad.

TUS COMENTARIOS A LEXUSNEXUS@HOTMAIL.COM



4/21/2006

PARENTESIS


Re lei la 1° entrada de este blog nacido casi por azar, mas ahora se con certeza que no fue el azar. Y veo casi con total distancia aquellos sentimientos que plasme en esas palabras la primera ocasion. Cuanta soledad Dios mio. Y que cambios hizo en mi el señor misericordioso. Ahora por mi ser corren rios, oceanos de agua fresca, pura y viva. Ya nada me ata, nada me sujeta, nada me angustia. Hoy descanzo en el Señor. Grande es su misericordia, grande es su amor. Mi cabeza descanza en su manto y mis ojos se cierran suavemente para dormir como un serafin en la doctrina de Jesus el Cristo bendito. Mi boca proclama verdades de fuego. Mis pies caminan por senderos de rectitud, que es el temor a Dios y amor por su justicia. Soy el panpano de uva que destila miel espesa. Las verdades que emanan de la misericordia del Señor, gracias a la intermediacion de Cristo. Ya nada me mata, nada me subyuga. Hoy soy pleno, feliz y gozoso. Vea el mundo lo que hace la misericordia de Dios en un ciudadano comun. Cuanto mas hara con los grandes de la tierra. Alabado sea el Señor, que por gracia misericordiosa nos envuelve en el soplo protector del Espiritu Santo por la intermediacion de su hijo, Jesucristo el Justo. Gloria a Dios mil veces, Gloria a Jesucristo que esta junto al Padre Eterno y Gloria al Espiritu por quien nos sostiene. Alabado sea el Dios de todas las cosas que hace emanar de mi pecho este amor por su presencia y su palabra. En el nombre de nuestro Señor Jesucristo, proclamo al mundo las maravillas que ha hecho y hara, por su misericordia, en mi vida, en mi ser y mi paso por esta tierra. Gloria a Dios, Gloria a Dios, Gloria a Dios !!!!!! Amen

TUS COMENTARIOS A LEXUSNEXUS@HOTMAIL.COM


4/20/2006


Bendito sea el señor que extiende sobre sus hijos su manto de conocimiento ofrendado en su palabra de vida, eterna y gozosa.

Continuando con estas mini-reflexiones, me llamo la atencion que despues de ese encuentro entre Pablo y Pedro en Antioquia, en el cual salieron a relucir aun entre los apostoles mas destacados de Jesucristo, las desaveniencias producto de la falta de constancia y consecuencia en la doctrina de nuestro Señor. Lo que queda de manifiesto en los versiculos 11 al 14 del capitulo 2 de Galatas : "11 Pero cuando Pedro vino a Antioquía, lo reprendí cara a cara, porque era de condenar,12 pues antes que llegaran algunos de parte de Jacobo, comía con los gentiles; pero después que llegaron, se retraía y se apartaba, porque tenía miedo de los de la circuncisión.13 Y en su simulación participaban también los otros judíos, de tal manera que aun Bernabé fue también arrastrado por la hipocresía de ellos.14 Pero cuando vi que no andaban rectamente conforme a la verdad del evangelio, dije a Pedro delante de todos: «Si tú, siendo judío, vives como los gentiles y no como judío, ¿por qué obligas a los gentiles a judaizar?»". Bastante llama la atencion que el Señor haya permitido que este encontron, conociendo el fuerte caracter de Pedro, quedase registrado en las santas escrituras. Que ya sabemos que el Padre se manifiesta no solo en la esencia de las cosas, o derechamente en la palabra. Por omnipresencia, lo hace tambien en el devenir, en la forma y modos en que se dan los hechos en cuanto a su desencadenamiento. Pablo y Pedro se enfrentan por la falta de consecuencia de Pedro, y ademas por el "judaizar" a los gentiles. Es decir el obligar a los gentiles a circunsidarse para recibir al Espiritu de Jesucristo. Forma no fondo. Aqui tenemos dos puntos que destacar. Uno es el hecho de diluir la medula de la doctrina cristiana en las obligaciones que impone erroneamente el hombre, en esta caso Pedro. Cosa que vimos ejemplificada en los versiculos anteriores. Y el segundo, que luego de la narracion de este hecho confrontacional, en el versiculo 1, Pablo ungido por el espiritu, se vuelve al mismo tema de fondo sobre la divulgacion doctrinal donde destaca la medula, la esencia, y no las formas, o las obras. "16 sabiendo que el hombre no es justificado por las obras de la Ley, sino por la fe de Jesucristo, nosotros también hemos creído en Jesucristo, para ser justificados por la fe de Cristo y no por las obras de la Ley, por cuanto por las obras de la Ley nadie será justificado." La redaccion del versiculo es mas que clara y tajante. UD. estara justificado ante Dios Padre por la fe en Jesucristo. Por que si Ud. tiene fe en Jesus el Cristo, UD. creyo en su mensje, y como lo creyo, lo hizo su vida. Y si UD. lo hizo esta justificado ante Dios ahora y el día en que se presente ante El.¿Esta UD. plenamente justificado ante Dios? ¿Su fe la ha puesto en Jesucristo?. Deseo sinceramente que así sea.

Y luego Pablo, nos entrega un precioso regalo doctrinal y medular del mensaje de nuestro Señor, los versiculos 19 y 20 : "19 Yo por la Ley morí para la Ley, a fin de vivir para Dios.20 C

TUS COMENTARIOS A LEXUSNEXUS@HOTMAIL.COM



Gracias Padre bendito y misericordioso por tu palabra, Gloria a nuestro Señor Jesucristo hijo del Altisimo y al Inmaculado en Santidad que es el Espiritu Santo


4/19/2006


Hermanos en Cristo, que la paz del Señor sea con vosotros. Demos gracias al Padre por su misericordia al revelarnos en su palabra la gloria de su Reino de Justicia y Bondad. Que al fin y al cabo es lo único que tenemos seguro, su infinito amor y misericordia. Alabado sea el Señor por la sangre del cordero santo, que por su presencia en nuestras vidas tenemos el entendimiento que nos abre por el Espíritu de Gracia.
Pasando al capitulo N°2 de Galatas nos detendremos en el versículo 6 : “Pero de los que tenían reputación de ser algo(lo que hayan sido en otro tiempo nada importa; Dios no hace acepción de personas) a mi, pues, los de reputación nada nuevo me comunicaron.”
7 : “Antes por el contrario, como vieron que me había sido encomendado el evangelio de la incircuncision, como a Pedro el de la circuncisión.”. Quisiera detenerme en estos dos versículos donde Pablo nos declara una verdad irrefutable. “Dios no hace acepción de personas”. Mucho se ha dicho de esto a través de los años. Es casi una perogrullada volver a ratificarlo. Pero creo que es necesario en los tiempos que vivimos sostenerlo y ejercerlo en forma tajante, clara y pristina. Desde varios puntos de vista. Religioso doctrinal, social, económico y racial. UD. Y yo hemos sido primero que nada, revestidos del perdón de Dios por la sangre derramada de nuestro Señor Jesucristo vertida en la cruz. Desde esa premisa, TODOS los habitantes que han estado, que estarán y que están en este planeta, gozan de la oportunidad única de tener una vida eterna, en presencia y en el gozo, de nada menos que Dios Padre. Jesucristo no subió mansamente a la cruz por un número reducido de personas. El acepto al martirio de la tortura y la muerte por crucifixión por TODA LA HUMANIDAD. Eso quiere decir toda la población del mundo. Cuando Jesucristo ordena predicar su evangelio a sus apóstoles, no les dice que lleven su palabra de fuego a solo un grupo de personas. Les ordena ir por el mundo y predicar. Es mas, les ordena comunicar la buena nueva de que por el pacto con Abraham cumplido en la crucifixión de Cristo, somos tenidos por el pueblo de Dios. Si se fija Ud. es amplio el espectro de quienes involucra ese pacto. Tan amplio y ancho, como el numero de personas que habitan la tierra. Y al pensar en esto, me vienen a la mente las lamentables y odiosas separaciones de orden racial que se pueden observar en nuestro país. El rechazo que despiertan en nuestro pueblo los inmigrantes, específicamente peruanos, bolivianos o ecuatorianos. O el desprecio a los pueblos originarios de esta tierra. Nuestra sociedad discrimina a los que por voluntad del Señor, llevan un apellido indígena o sus rasgos son de ese aspecto. En el aspecto religioso doctrinal o hasta litúrgico, vemos las desagradables separaciones que se hacen de personas separadas, divorciadas que alcanzan a sus hijos. Prohibiciones absurdas en comunidades evangélicas de entrar a ciertos templos a mujeres con aros, pantalones, o varones sin corbata. Recuerdo el caso de una chica que después de una dolorosa separación por abandono de su marido y tras un proceso de búsqueda del Señor, llego un buen día después de su trabajo en que caminaba sin rumbo, llorando con cierta vergüenza y sumida en su fuerte depresión, hasta una iglesia evangélica. Sintió el impulso de entrar y en los momentos en que lo hacia, la letra de la canción que cantaban los hermanos, calo muy hondo en su corazón, haciéndole sentir a Jesucristo recibiéndola en su infinito amor. Ella entro en un estado de gracia por la misericordia del Señor y fue tanta la paz y el gozo que el Señor puso en su corazón, que salio fresca y renovada, con una perspectiva diferente de la situación que la afligía. Tanto así, que el domingo siguiente, al salir del turno de enfermera, trajo a sus compañeras que estaban sorprendidas por el cambio y el gozo que experimentaba esta mujer. Pero cual no seria su sorpresa, que les fue impedida la entrada al templo. Todas ellas venían después de un turno en el hospital con sus uniformes de invierno, el cual incluía usar pantalón. Y por esa razón, usar pantalones, les fue impedida tajantemente la entrada al templo del Señor invitándoles firmemente a salir. Fueron expulsadas del templo por un cristiano que sigue al mismo Dios que UD. Y yo. Solo que ese cristiano puso en primer lugar la doctrina litúrgica de su religión. No a la doctrina de Cristo. Como me gustaría que el Señor Jesucristo hubiera estado presente físicamente en ese acto torpe para que hubiera reprendido severamente a esta iglesia. Por otro lado, y alarmantemente, veo iglesias que se dicen bautistas y cristianas pero que por auto definición, se avocan única y exclusivamente a profesionales de clase media alta, donde con un clasismo absurdo, contrario a la doctrina de Cristo, mientras más dinero aparentemente tienes, m

TUS COMENTARIOS A LEXUSNEXUS@HOTMAIL.COM




Para la Gloria Eterna del Padre Misericordioso, Para la Gloria de Jesucristo que es en santidad pura y la Gloria del Espiritu Santo, que es luminoso en Verdad. Amén.

4/13/2006


Siguiendo con el brevisimo mini estudio de Gálatas, continuamos desde capitulo 1º versiculo 13 en adelante, el cual nos dice : "Ya habéis oído acerca de mi conducta en otro tiempo en el judaísmo, que perseguía sobremanera a la iglesia de Dios y la asolaba ". Pablo hace incapie en el contraste de su conducta frente a la obra de Dios en el pueblo de Israel y la persecución persistente, de manera violenta a los cristianos. Y de como el Señor, por su gracia y misericordia, toma a Pablo y le envuelve en el Espiritu para hacerle eficaz herramienta. Gálatas 1: 15 "Pero cuando agradó a Dios, que me apartó desde el vientre de mi madre y me llamó por su gracia" . Es decir Pablo al igual que UD. y yo, ha sido tocado por el dedo de Dios, desde antes de nacer, desde antes que UD. se formara en el vientre de su madre. Dios ya le tenia reservada un posicion, una tarea, una labor especifica solo para UD. Por la gracia divina de su santa voluntad. Dios poso su mirada sobre UD. y le ha entregado una encomienda en su vida en particular, en el momento de la historia en que UD. ha nacido. Dios le conoce a UD. antes que su embrion se apegara a las paredes del utero de su madre. Ud. esta enfrente de un Dios que conoce absolutamente cada uno de sus dias y horas. Y prosigue así : vers. 16 "revelar a su Hijo en mí, para que yo lo predicara entre los gentiles, no me apresuré a consultar con carne y sangre. Con esta aseveracion, con esta confesion de Pablo, enuncia la certeza del llamado del Dios vivo de Israel. El mismo Dios que le bendice a UD y a mí. Su Dios. Dice que le ha sido "revelado", se le ha manifestado, se le ha develado ¿Por quien?. Por Dios mismo. ¿Que cosa?. A su hijo Jesucristo Primogenito de Dios. Que es el camino. Jesucristo que es camino en si mismo. Y reconociendo el origen espiritual, el origen divino de su llamado y origen tambien de lo que se le ha manifestado. Parafrasea entre lo material y lo incorporeo. Mensaje del mundo espiritual versus mundo concreto, al cual se niega a consultar, mundo de carne y sangre. Mundo material. Y presto, seguro, diligente. No se apresura, no se fatiga, no se angustia y no duda. Y con la certeza absoluta, se mantiene firme y tranquilo, con una preciosa fe en la solidez del llamado, en la veracidad de la palabra de Dios. Aqui permitanme detenerme un instante amados mios. ¿Acaso nosotros no hemos sido testigos en nuestras vidas de los mismos milagros que en la vida en particular de Pablo hizo el Señor ?. ¿Acaso yo mismo, que escribo estas lineas no fui un despreciador de la cruz, de la fe, y la misericordia?. ¿Acaso nosotros mismos no fuimos, antes de ser arrebatados por el Señor, como Pablo, indolentes a la palabra de Jesucristo ?. Y aún hoy, ¿Estamos cumpliendo el mandato que hemos recibido, y actuamos con la debida firmeza, con la certeza, con la SEGURIDAD de obrar soberanamente, tranquila y confiadamente según el evangelio de nuestro señor Jesucristo y concientes de en todo momento y aspecto de nuestras vidas, que ha sido EL, quien nos ha llamado e instruido?. Yo me hago esta reflexion, y confieso delante del Señor y publicamente que mi carne me traiciona, mas de las veces que puedo dominarla, mas de las veces que mi alma , mente y corazon, obedece al Señor. ¿Y UD. en que posicion se encuentra?. ¿ UD. efectivamente en todo momento esta obedeciendo al Señor?. Si yo pudiera agradar a mi Señor amado, en cada segundo, en cada soplo de mi vida, en cada suspirar de mi alma. Ho cuanta dicha habria en mi corazon. Ya que es mi deseo de agradar a nuestro Dios Padre en todo momento, en cada pisada, en cada mirar mio. Mas por el sacrificio del cordero, la preciosa sangre que sello el pacto de Dios hacia los hombres. UD. y yo SI podemos caminar agradando a Dios. Porque quien agrada a Dios, camina tranquilo y sereno, por que nada teme, por que en nada ha faltado. Jesucristo es la serenidad de Dios. Y la serenidad de obrar en todo momento de acuerdo a su Ley y sus mandatos, es caminar en Jesucristo. Es EL quien nos da la puerta abierta hacia esa serenidad del espiritu. ¿Desea tener en su alma esa serenidad, esa armonia por la vida?. Jesucristo que es el mensaje y el camino, tiene para UD. esa serenidad tan buscada por el mundo. Por la firmeza del Padre y la seguridad de su esencia. Dios esta esperando que UD. le pida esa firmeza, esa tranquilidad que UD. desea. ¿Hasta cuando UD. esperara para tenerla?.

Para la gloria santa del Dios misericordioso y presto con sus oidos al clamor del hambriento, para la gloria bendita del camino santo que es su hijo Jesucristo, para la gloria eterna de la santidad de Dios, que es en el espiritu Santo, precioso e inmaculado en la dulzura de Dios. Amén, Amén y Amén