Una de las cosas que mas me preocupa en estos momentos, es hacer "El Como" para mantenerme en los caminos de Dios. En su justicia, su palabra, su rectitud y sobre todo, como aterrizo, como bajo, como la mantengo en mi vida diaria, esta enseñanza bendita que el señor me ofrece, solo por la misericordia suya y sangre adorada del que murio a causa de nuestras faltas. Y logre yo, aplicarla, sentirla de corazon, en cada segundo de mi vida. Tan esencial en su aplicacion, precisamente en los momentos en que la vida diaria, en este interactuar con el otro, nos ponen a prueba. Oportunidades que me ofrecen dos caminos. Uno, la santa, sabia y recta doctrina de Jesucristo nuestro Señor y por otro lado la espontanea reaccion humana ante mi projimo.
Meditaba en ello a raiz de lo dificil que me resulta soportar el caracter de cierta persona, y muy cercana, que por ausencia de gracia divina, aun no le ha sido concedida el ver la luz de Dios y su reino. Por lo que esta persona simplemente no solo rechaza la obra misericordiosa que el Señor hace desde hace ya tiempo, en su siervo. Si no que la ataca permanentemente, en forma de violencia sicologica, tensando la conviviencia y las comunicaciones innecesariamente. A un nivel en que realmente me resulta por momentos verdaderamente insoportable trabajar o convivir con esta persona. Mala la hora y el minuto en que abandonado yo del sentimiento de misericordia y amor por el projimo, y en que me encontraba afanado en las cuestiones mundanas de mi trabajo. Se me allega esta persona con su acostumbrada mordasidad y mal caracter. Haciendome tropezar y contestandole yo como no es debido, no con mala palabra, si no en tono y espiritu que no son tenidos por fraternos por la doctrina que digo seguir, modos y espiritu no tenidos por sabios delante de los ojos del Señor. Lo que evidentemente no fue lo apropiado. Por que la heri, por que le dije subliminalmente" Dios no te ama" y no demostre sabiduria y mansedumbre que si me ha inculcado por misericordia en la vida y obra de nuestro señor Jesucristo.El cual en todo momento, en palabra y actos agradoen todo al Señor. Que no solo me ha sido mostrada como ejemplo en su recta vida . Si no que ademas me ha sido puesta como luz a mis pies y linterna a mi cabeza, para tenerla como lumbrera en mi camino.
Entonces me vino el bendito remordimiento de no haber PERDONADO las ofensas, tal como el señor SI ha perdona las mias. No perdone sus faltas, no atendi su falta de sabiduria por desconocimento de la palabra del Señor y su Hijo Excelso, Jesucristo. Entonces ore al Padre paidoso que es pleno en misericordia y gracia. Y a traves de esta oracion, vino a mi mente una respuesta simple. pero no menos clara, como toda su palabra : "Si yo te aguanto a ti !!!!!!......como no aguantas a tu projimo !!!!!!!!!." Por supuesto, ¿Como he de pedir al Padre que es pleno en su reino de justicia verdadera, perdon para mi. Si no lo ofresco y entrego a mi projimo, como ofrenda verdadera a nuestro Señor, por mi propio perdon ?.
Y dice el Señor en Colosenses 3: 12-14 : "Vestios, pues, como escogidos de Dios, santos y amados de entrañable misericordia, de benignidad, de humildad, de mansedumbre, de paciencia; soportandoos unos a otros y perdonandoos unos a otros si alguno tuviera queja contra otro. De la manera que Cristo os perdono, así también hacedlo vosotros. Y sobre todas estas cosas vestios de amor, que es vinculo perfecto. Es decir, en la medida en que "veo" en el otro, el perdon de Cristo para mi, soy uno con ese otro en el mismo perdon que Cristo nos ha tenido. Y siendo uno en cristo, con mi projimo, somos todos uno en el mismo sentimiento en el Padre que esta en los cielos. Cristo esta en tu projimo, en el mio, y en el tuyo. Cristo esta mas cerca de ti de lo que creemos.
Y por la gracia y misericordia que en el Señor es abundante, una vez hecho el ejercicio de confesarme solo ante quien debo, nuestro Señor bendito, reconocer mi culpa ante su cruz de sacrificio por mis culpas, y cubierto por la sangre del cordero que expio mis pecados, retorna a mi su gracia y el perdon de corazon a mi projimo. La tranquilidad y gozo de hacer su palabra, por que Ho dios mio y amado, como te amo Señor de la Luz y el perdon. Como se goza mi corazon de hacer tu palabra y sentirme en tus caminos, Dios glorioso y bendito. Por que Dios es bueno, y dulce como la santidad de su reino de justicia. Y no solo me ama a mi, si no que a ti que lees estas lineas, también al que le desconoce, por que le espera a que vuelva su corazon, y alma hacia Jesus el Cristo, para la vida eterna y gloria del reino de Dios. Gloria al señor rebosante en perdon y amor, a su hijo Jesús el Cristo excelso en virtudes y santidad inmaculada y al Espiritu santo, lleno de la pureza de Dios. Amén
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